Lionel Messi y Jordi Alba, ambos del Inter Miami, no asistieron a los entrenamientos oficiales ni viajaron a Austin para el partido All‑Star que enfrentaba a las estrellas de la MLS contra la Liga MX. La situación sorprendió a compañeros y aficionados y generó revuelo en torno a su compromiso con el evento.
El comisionado Don Garber aseguró que aún se evalúa si se les impondrá una suspensión de un partido según el reglamento, aunque aclaró que se tendrá en cuenta la carga de partidos que han tenido: Messi jugó 9 partidos en 35 días, incluyendo la Copa del Mundo de Clubes. En el caso de Alba, se considera su retiro por lesión en un entrenamiento reciente como posible justificación.
Las ausencias han reavivado la discusión sobre el significado real del All‑Star Game: un espectáculo que puede perder atractivo sin las figuras principales. Sanciones anteriores (como la de Zlatan Ibrahimović en 2018) muestran que las reglas existen, pero también surgen voces que piden reformar el formato y replantear el descanso para jugadores de alto rendimiento.