El bótox capilar se ha convertido en el tratamiento estrella para quienes luchan contra el frizz, el quiebre, las puntas abiertas o el daño por procesos químicos. A diferencia del bótox facial, este procedimiento no altera la forma del pelo, sino que lo repara desde la raíz hasta las puntas.
Su fórmula combina proteínas, colágeno, aminoácidos y vitaminas que hidratan profundamente y devuelven el brillo y la suavidad perdidos. Es ideal para fortalecer cabellos débiles o maltratados por decoloraciones, alisados o el uso excesivo de calor.
El tratamiento debe aplicarse por manos expertas para garantizar su efectividad. Aunque no alisa el cabello, sí mejora su textura, reduce el volumen y facilita el peinado, dejando una melena más manejable, saludable y llena de vida.

