Después de sacar de las tinieblas al Real Madrid con su regreso tras un año sin títulos, reanimar a la plantilla para la conquista de LaLiga y la Supercopa de España, Zinedine Zidane encara el reto de repetir éxito 32 años después en la competición doméstica, sin tener fichajes y quitando lastre de jugadores con los que no cuenta.
La gran inversión de Florentino Pérez reside en la construcción del nuevo Santiago Bernabéu como garantía económica de futuro. El presidente asegura que no habrá fichajes en tiempos de coronavirus, ni grandes desembolsos hasta intentar hacer realidad el sueño de Kylian Mbappé. Quién sabe si en unos meses si el delantero francés sigue postergando su renovación con el PSG.
Mientras, hasta octubre, tiene tiempo Zidane de conseguir algún refuerzo que mejore un bloque en el que solo quiere a jugadores comprometidos y que sigan creyendo ciegamente en su mensaje. Necesita más gol pero, de momento, el noruego Martin Odegaard es el único retoque a la plantilla. Un regreso esperado tras la brillantez exhibida en la Real Sociedad.
Es una de las piezas nuevas del puzzle madridista que exhibe juventud y augura un futuro esperanzador con los Vinicius, Fede Valverde o Rodrygo. El rejuvenecimiento progresivo de una plantilla que aún tiene a jugadores de la vieja guardia como referentes que lo ganaron todo y firmaron historia con tres Ligas de Campeones consecutivas. Con Sergio Ramos como emblema, Marcelo y Luka Modric encarando sus últimos capítulos como madridistas, Dani Carvajal, Raphael Varane, Casemiro, Toni Kroos y Karim Benzema como columna vertebral del equipo.
El primer objetivo de Zidane antes de que el balón ruede es cerrar el ciclo de Gareth Bale en el Real Madrid. El galés convertido en un problema deportivo y un lastre económico para el club, debe buscar una salida tras un desplome de protagonismo. Ya la encontró el colombiano James Rodríguez, rumbo al Everton y hacia un nuevo reencuentro con Carlo Ancelotti, dejando 25 millones en las arcas blancas.
También dijo adiós el portero Alphonse Areola tras su cesión y el joven Andriy Lunin asumirá el puesto de segundo portero a la sombra del indiscutible Thibaut Courtois. Encontró el mejor de sus niveles el belga para ser clave en la conquista de LaLiga Santander. Y cedidos se marchan para crecer y aspirar a acabar jugando en el Real Madrid Brahim Díaz (Milan), Reinier (Borussia Dortmund), Kubo (Villarreal), Jesús Vallejo (Granada) o Dani Ceballos (Arsenal).
Una duda por despejar es Sergio Reguilón, por quien se acumulan ofertas en la zona noble del Bernabéu, pero su progresión sin freno instala la duda en la casa blanca. El traspaso está descartado y una nueva cesión es la salida más probable aunque ha hecho méritos para instalarse en la plantilla. Conllevaría la salida de un peso pesado como Marcelo, con Ferland Mendy asentado.
Las miradas se centran en una estrella que no brilló en su primer año de madridista. Las lesiones frustraron al belga Eden Hazard que encara una temporada clave para volver a instalarse entre los mejores del mundo, obligado a aumentar su rendimiento y dar un paso al frente en liderazgo en una revancha personal. Sin él demostró el Real Madrid que puede volver a reinar en España pero no le llega para hacerlo en Europa, de nuevo estancado en una vieja barrera de octavos de final.
Desde 1989, cuando lo logró Leo Beenhakker, no ha habido un técnico en el Real Madrid que haya repetido título liguero, el preferido de Zidane porque premia la regularidad y profesionalidad del grupo. Es su reto sin fichajes para el segundo técnico más laureado de la historia del club blanco. Once títulos y una forma de gestionar un vestuario de estrellas que le encumbran.
EFE